Ahi va eso..

El programa iba por la Banda del Ciervo, y se llamaba "The Verdurini Shop", pero esa es otra historia...el artista que cerraba el programa, era todos los días uno de los guías espirituales de las artes modernas: el druída, el mago, el brujo, Julian Cope.

El mismo que hizo enfrentar a Island con Bono Vox, que los puso entre la espada y la pared diciéndoles: "O se va Julian Cope, o se va U2". [...]



[...]"Life´s good, but not fair at all", decía El amigo Lou en una de las canciones de su genial Magic & Loss. La vida sirve, pero no es justa en absoluto. Eso es algo que todos –o casi- sabemos, es cierto, pero de cuando en cuando aparecen personajes que ilustran la idea de un modo tan escandalosamente claro que uno se ve obligado a pararse y recapacitar.



Si hubiera justicia en este puto mundo el Señor Julián cope (Deri South Glamorgan, 21-Oct-1957) tendría que estar ocupando ahora mismo las portadas no solo de esos suplementos semanales que son los supuestos adalides de la independencia y la modernidad españolas y encumbran a papanatas y listillos del calibre de Bumbury o Malú, sostienen las bochornosas decadencias de tipejos como el amiguete Sabina y permiten a las nenas bien jugar a raritas comprándose el ultimo de los fresones y yendo mucho al Supergen. No sólo en esos legajos infames, digo, debería aparecer nuestro amigo el druida, sino en cualquier publicación que se
precie de estar al tanto de lo que los grandes hombres de nuestra época paren, por no hablar ya de las revistas especializadas en filosofía o antropología, si es que aún existe alguna. Pues no. La ultima y apasionante obra de este artista total, The Modern Antiquarian (A pre-millennial odyssey through megalithic Britain), ha pasado por este país que sufrimos como un fantasma, un par de reseñas en revistas musicales que en ningún momento ocuparon mas espacio que los artículos sobre cualquier grupejo maquetero y el mutismo total de nuestros comunicadores, nuestros guías, aquellos que se encargan de decirnos día tras día como debemos pensar (poco y mal). [...]



[...] Y los genios multidisciplinares como el, creedme, escasean tremendamente en esta época en las que hasta el rey del pollo frito se autocalifica de hombre del renacimiento y lo mas épico que la gente concibe es coleccionar pornografía infantil en Internet-. El colega no contento con facturar tres álbumes magníficos con los Teardrop Explodes (que coronaron brillantemente sus
andanzas con grupos primerizos como The crucial three, The mistery girls, The nova mob o A shallow madness donde ya se había empezado a juntar con algunas de las mentes mas inquietas y brillantes del pop ingles del momento y del futuro-Pete de Freitas, Pete Burns, Ian Mc Culloch-) y un buen montón de proyectos en solitario, dejando detrás un reguero de canciones inquietas, versátiles, extrañas, perfectas a menudo y siempre inteligentes y visionarias (mas
o menos como el autor), escribir una biografía que no es sino una crónica del Liverpool punk que él vivió (Head On) y un libro sobre el Krautrock (Krautrocksampler), nos entrega ahora el fruto de un trabajo de campo y biblioteca de 8 años 8, no por arduo menos apasionante en forma de libro, o catálogo, o odisea, como dice el título; Un recorrido por la herencia no perdida
aún pero si ignorada, oculta, y a menudo destruida y expoliada sin miramientos de nuestros antepasados (porque también son los nuestros), un esfuerzo titánico y brillante de buceo en la noche de los tiempos tras los pasos de luminarias como Robert Graves (Muy recomendable también, a este respecto, la lectura de su difícil pero hermoso libro La Diosa Blanca) que lo sitúa
definitivamente entre las personalidades más interesantes de los oscuros tiempos que vivimos.



Mientras talentos menores como su antiguo compañero de correrías Ian McCulloch, alias el hombre conejito, se contentan con producir cancioncillas pop de mínimo calado y vivir de las rentas de su cada vez mas raquítica leyenda, nuestro hombre trasciende las barreras
del negocio musical para instalarse muchos peldaños mas arriba y regalarnos algunas de las reflexiones mas lúcidas, humanas e inteligentemente (¿o aparentemente?) místicas que uno ha leído. El libro en concreto (aquí tan ignorado como la cultura megalítica de la que habla) contiene
no solo fotos y descripciones de los lugares prehistóricos visitados y estudiados por Cope (mas de 300), sino también instrucciones detalladas sobre como llegar a ellos y varios interesantísimos ensayos y poemas de su puño y letra, yendo mucho mas allá del simple libro técnico,
aunando la filosofía con la tradición casi perdida del libro de viajes, la mística, la fotografía y la poesía para reivindicar los tiempos en que la humanidad adoraba a la Madre Tierra en vez de atacarla y para, como el mismo dice "Devolver algo a los culturalmente desposeídos
de Britania, sean blancos, negros o verdes, Ingleses, galeses o intermedios", convirtiendo así la investigación del pasado en una experiencia deliciosa, espléndida y por momentos reveladora (y elevadora), haciendo al lector pensar y reflexionar sobre cosas que probablemente llevaban tiempo sin aparecer por su estúpida cabezota. [...]



[...] Dejemos que el mismo anticuario moderno cierre el artículo con una contestación ante la pregunta de por qué no era ahora tan grande como, digamos... U2: "Es lo que dijo Joseph Campbell, es la diferencia entre la celebridad y el héroe. La celebridad hará de todo, caminar
a través de altos edificios y bailar en la cuerda floja por su audiencia, pero el héroe hará exactamente lo mismo y le encantara igualmente complacer a la audiencia, si es que la tiene, pero si toda la audiencia se ha ido a casa, el seguirá haciéndolo por complacerse a si mismo". [...]