La gran inocentada.
Este 2012 que esta expirando ha sido para muchos, la gran inocentada.
Sí, la inocentada empezó a gestionarse a finales del 2011, que se lo digan a los votantes del PP, sobre todo a aquellos que se pensaron que con el Sr. Rajoy, el Reino de España resurgiría de sus cenizas cual Ave Fénix y volveríamos a decir aquello de "España va bien". Jeje, resulto que este pastiche llamado España aún estaba ardiendo, las ascuas estaban al rojo, por lo tanto, lo del Ave Fénix se ha ido al trasto, sin cenizas no hay resurrección, así que lo mejor es darle más oxigeno para aumentar la combustión y terminar de calcinarnos, por un bien superior, claro... Eso es lo que deben de pensar todos aquellos que pensaron que nada podia ir peor que con ZP, y escogieron al mayor cuentanubes del pueblo, dejando al maestro remendón al nivel de estadista que no fue, para descojonarme, si fuese de otro planeta, claro. Seguimos con las inocentadas...
Como no teníamos bastante con el sentido del humor que padecía la piel de Toro, más allá del Ebro, a gran parte de la población no se le ocurre otra cosa que otorgar más razones al Sr Arthur More para seguir con el proyecto de sodomización del estado de bienestar, tasas de universidades para ricos, copago sanitario y otras lindezas, en fin, para más INRI, el pueblo catalán, en un alarde de humor hilarante le da de nuevo el poder al señor Plus, gracias al caramelo de la Independencia, el final de las penurias de Cataluña, o deberíamos decir Cata-dedo, que es como se están repartiendo el pastel, suerte de la CUP, que supongo, obligaran a la supuesta izquierda a no perder más credibilidad... o no.
En fin Serafin, inocentadas políticas a parte, la gran inocentada ha sido el fin del mundo pronosticado por una pandilla de descerebrados que confunden el final del calendario Maya con el final del mundo conocido, vamos, algo así como que cada 31 de diciembre fuéramos a volar en pedazos, convertirnos en zombies o la venida de Cristo, una locura.
Eso sí, he de confesar que servidor, fan confeso de Mad Max y otros films postapocalipticos, esperaba que después de tanto ruido, al menos una lluvia de meteoritos o una invasión alienigena, por aquello de la emoción o al menos, para que aquellos que se dejaron la pasta en la construcción de bunkers se diesen una alegría y se inflasen a latas de berberechos durante décadas.
Lo dicho, empieza la cuenta atrás hacia el 2013 y parece que todo seguirá igual... o quizás se desate la profecía Gregoriana y con la ultima campanada de la nochevieja nos vayamos todos a tomar... o no.
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