Despues de mi periplo por los campamentos del POLISARIO en Argelia y una semana para recuperar el ritmo occidental, aqui estoy para hacer una breve sinopsis de esta aventura que ha sido viajar al desierto del Sahara con un grupo de adolescentes.

Pues sí, conseguimos llegar a Tindouff, nadie perdio las maletas, aunque casi perdemos a más de un chaval y practicam,ente no tuvimos problemas con los diferentes cuerpos que controlan Argelia. Todo un exito.

Una vez instalados, llegamos de madrugada, y con mucho sueño acumulado, nadie duerme más tarde de las 11 a.m. debido al calor, 'coordinamos' la agenda de actividades conjuntas, pues debido al grupo de chicos, se decidio hacer dos grupos y repartirnos en diferentes jaimas (casas).

Para no aburrir al personal, os dire que las actividades eran basicamente hacer 'fiestas' para los niños que no habian podido ir de colonias. El POLISARIO en via a niños a diferentes paises, sobre todo España e Italia, durante los meses de verano, pero no todos tienen esta suerte. Asi que nos recorrimos los diferentes campos de refugiados que controla el POLISARIO.

Otra de las actividades fue pintar la escuela de educación especial 'Castro', colaborar con el Hospital de Mutilados de Guerra, las minas no perdonan, entre otras, incluyendo el hecho de compartir el techo, comida, etc con una familia saharaui.

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Los chicos de mi grupo, como adolescentes que eran, la mayoria de 15a, hicieron de las suyas, alguno más que otro, pero bueno... Sarna con gusto no pica, no?

Viajar al Sahara requiere paciencia, una paciencia real, no de esa que nos piden por aqui. En el desierto no hay atascos, dicen, y refleja la forma de vivir del pueblo saharaui.
Nadie tiene prisa por llegar o por irse.
Cada estación tiene un ritmo, y el del verano puede llegar a volverte loco si no te adaptas. Te levantas temprano, pues sino el calor te lo impide, sobre el mediodía comer, siesta y té hasta las 6 de la tarde aproximadamente, según las 'prisas' que tengas. Luego, continuas donde lo dejaste, ir al mercado si te pillo la subida del Sol, como el IPC, cuando sube, te enteras y sube siempre, a preparar la cena mientras alguien prepara el enesimo té del día, además se toman tres cada vez, y luego a descansar de nuevo. Suerte que duermes al raso, si no aprieta el fresco nocturno, y entonces te maravillas con la autentica joya de la corona... el Cielo.

Sí, con mayuscula, el Cielo es más cielo que nunca, de tantas estrellas cuesta encontrar las constelaciones conocidas. La Via Lactea se ve tan clara que el primer día no pude retirar la vista durante un buen rato, en realidad no pude retirar mis ojos del cielo saharaui nunca. Cuando las estrellas estan de lado a lado del horizonte y describen una autentica 'boveda celeste', o mejor dicho, una Boveda Plateada, no puedes dejar de mirarla.

No.

Solo de recordarlo se me humedecen los ojos de pena y emoción.

Le llamaba 'El Cine Saharaui', y si además lo contemplas desde lo alto de una duna... Puedes llorar de emoción... Y pena por no poder compartirlo con aquellos a los que quieres.

La otra emoción fuerte del viaje fue el viaje a dajla.

Mi grupo decidio viajar a Dajla, el primer campamento donde el pueblo saharaui se refugio de la invasión de Mauritania y Marruecos. La organización nunca habia viajado debido a la dureza del viaje.

Tras 5h de viaje, solo tuvimos una o dos horas de carretera, el resto del viaje se hace por pista de arena/piedras y, con perdón... pero TE CAGAS. Es un viaje espectacular, cruzas una zona a la que llaman la Tierra de la Luna, un territorio fantastico, además de ver como el desierto cambia mientras lo cruzas. Casi no llegamos, pero finalmente llegamos a Dajla.

Este campamento es la joya de la corona, posee el agua más dulce de la provincia de Tindouff, incluso tiene vegetación. Pese estar en lo que algunos bautizamos como 'La Cocina del Infierno', en cuento el Sol baja su intensidad, tiene el mejor clima al estar protegida por las montañas que forman la Tierra de la Luna.

El cielo era incluso más claro, si eso era posible.

Lastima que me quedo el estomago destrozado del viaje, nuestro Land Rover saltaba hasta con la más minuscula piedra.

Lo peor del viaje, el retorno. Salimos de Smara, nuestra 'base' por la tarde dirección Alaiun para que Labat, mi compañero de fatigas con los chicos, se despidiera de la familia y la chiquillada hiciera unas compras. Luego para el aeropuerto de Tindouff, quedamos con el otro 50% a medianoche, nos despedimos del resto de amigos, algunos hicimos de las nuestras para poder satisfacer peticiones (ya te contare Miss) y a pasar la aduana Argelina.sobre las 3a.m volamos dirección Argel, al que despues de 150 minutos de vuelo y siesta, llegamos, aduana, cacheos, scanner antes de entrar en el aeropuerto internacional, más cacheos, uff, la seguridad argelina llega a agotar por mucha paciencia saharaui que puedas haber adquirido.
Y la pregunta que os hareis es ¿donde esta el problema del viaje de retorno?
Saliamos a las 21h y no hay consigna para las maletas!!!!
Algunos visitaron Argel por la mañana y otros por la tarde, una visita relampago. Mientras, el resto de niños dormia por los rincones del aeropuerto, vamos, todo un espectaculo para el resto de usuarios del aeropuerto.

Finalmente, pasada la medianoche, hora local, llegamos al Prat. Tambien nuestras maletas, aunque parezca mentira, jejeje, cualquiera de nosotros las podia haber perdido con tanto transitar de bultos.

En resumen, una aventura que recomiendo, si puede ser sin crios, mejor. Estomagos delicados abstenerse, pues cuando ejerces tu derecho a la intimidad en el WC, casi siempre esta la Reina de las cucarachas y su corte observandote, eso sin contar que es probables que no te puedas 'duchar' en un par de dias, la ducha es un cubo de agua y un vaso, y dormir con la ropa puesta de todo el día y que casi seguro que la llevaras por la mañana.

Os recomiendo pasar por mi Flickr y ver alguna de las fotos del viaje.

Hecho tanto de menos ese Cielo...