Capitulo 5º y, ultimo?
- No fallare, nunca lo hago.
- No te engañes amigo... Chau!
Fuzz se alejo. Parecía un jodido gato, ágil y elegante.
¿Dónde coño había estado metido todo este tiempo? No le queda nada de aquel troglodita chuloputas que era cuando estábamos en el Ejercito.
¡¡¡El hijo de su madre no había pagado la cuenta!!!
13’35h; aquí estoy y el muy mamón ya llega tarde.
13’50h; sabe que no soporto esperar, me pone paranoico, mucho.
Pido un segundo Saphire y le digo amablemente a la camarera, con gusto la enviaría a la mierda, que seguiré esperando a mi amigo.
Poco después, cruza la puerta.
Pedimos la carta.
Brandada de bacalao y la verdura del día para el, judías estofadas y solomillo muy poco hecho para mi. Me sentara como un tiro, pero así tendré un buen motivo para acordarme de la familia de Fuzz.
- Problemas con el transporte, sigo sin carné de conducir.
Lo dice con ese aire soberbio, sin culpa, con el que sabe que te hará sentirte culpable.
Hablamos de tonterías durante la comida.
Pedimos los postres, café para el, sorbete de limón para mi y un carajillo para después.
Cuando nos traen los cafés, Fuzz pregunta:
-¿Qué sabes de PillBoy?
-Nada – Contesto.
- ¿Y Soma?
- Más de lo mismo - le digo.
- ¿Bulldog? ¿Kaly? ¿FogCat?
Y así hasta completar la lista mental que Dios quiera que tuviese en mente.
- ¡Joder tío! Me largué y rompí con todo. Demasiada sangre sobre mi, Fuzz.
- Todos han sido retirados, chico. Solo quedas tu. Yo no cuento. De momento.
- No me van las películas de conspiraciones y demás rollos de los tuyos, será mejor que tengas una buena explicación, que me lo crea, vamos. Y que sea concisa, por favor.
- ¡Jejejejeje! Concisa dices. OK. Un tiro, una bala, de carga hueca, para cada miembro del equipo. Tu equipo, recuerda que yo solo era el cocinero. Nada de acción para mi. Y tienen una bala con tu nombre grabado en ella, BlackMarket.
- ¿Como lo sabes? Acaso les metiste tu esa bala con sus nombres grabados.
- No, yo no.
- Entonces explique, hostias.
- Mis jefes, ellos deciden. Yo solo te hago una proposición. Me ofrecí voluntario para hablarte del tema. Para que veas que es un tema serio...
Abrió una bolsita de piel negra, y de ella saco una bala.
Solo una.
Brillante.
Preciosa y letal.
Y sí, tenia mi alias grabado en ella.
Bonita inscripción, pensé.
- Cuando supe que mi gente estaba retirándoos, decidí actuar. Entiendelo, no es asunto mío ni tuyo. Es algo superior, fuera de nuestro alcanza. Eso sí, tu decides.
Fuzz me hizo su oferta. Dije que sí.
Le mentí.
Llame a un amigo periodista, le conté lo loco que estaba mi amigo, el rollo ese de las balas grabadas, de organizaciones dentro de organizaciones que se peleaban entre ellas y demás locuras de Fuzz.
Me tranquilizo.
Por la noche salimos a tomar unas copas, Fuzz y yo. Reconciliación, reencuentro del amigo perdido, decía el.
Esta vez pago el. Curioso, no solía hacerlo. No me quejaría por ello, no señor.
- Fuzz, tío, voy al W.C, Ok?
- Ok, BM.
Entro al baño, de diseño, bonito e insonorizado. Un tipo orina a mi izquierda.
Estruendo. Sonido seco. Un fogonazo a mis espaldas. Me fallan las rodillas.
Fuzz esta mirando como me desangro a un metro de mi.
Llora.
El tipo de mi izquierda, de negro, impoluto, ágil, le dice algo al oído.
- Lo haré yo – contesta Fuzz.
El de negro sale del W.C.
Parece ser que esa bala con mi nombre me ha partido la columna, jodido chapuzas!
- El chico no ha fallado BM. Le pedí unos minutos a solas contigo, para despedirme. Somos amigos.
Me limito a hacer un parpadeo, suave, afirmando lo que ha dicho.
- Mis jefes lo controlan todo, tío. A tu amiguito de la prensa, también. Ten vendió por una fulana encocada o un Mercedes, vete tu a saber. Mira chico, solo tenias que meterle un tiro a aquel tipo Coreano entre sus ojos rasgados y listo.
Parpadeo de nuevo.
- No lo alargo más, buen viaje. Nos veremos allá donde quieras que vallas, o no.
Oigo como monta el arma.
La carga con mi bala, BlackMarket.
- Chau amigo.
Fundido en negro... Como en el cine... O no...
1 comentarios:
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